La amenaza de Trump sobre una moneda imaginaria podría salir mal para el dólar estadounidense.

**La amenaza de Trump sobre una moneda imaginaria podría salir mal para el dólar estadounidense**

La reciente advertencia del expresidente Donald Trump sobre la posibilidad de imponer tarifas del 100% a los países miembros de BRICS ha reavivado el debate sobre la estabilidad del dólar estadounidense y su estatus como moneda de reserva mundial. En un contexto global cada vez más multipolar, algunos economistas argumentan que estas afirmaciones podrían acelerar la búsqueda de alternativas al dólar, poniendo en riesgo su hegemonía.

Desde la creación del Bretton Woods en 1944, el dólar ha sido la moneda principal en el comercio internacional. Su posición se fortaleció durante la Guerra Fría, cuando Estados Unidos emergió como la principal superpotencia del mundo. Sin embargo, en la última década, una serie de factores han comenzado a cuestionar su dominio. La creciente influencia de potencias emergentes como China, India y Brasil ha llevado a un interés renovado en monedas alternativas.

Los BRICS, un grupo que agrupa a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, han estado promoviendo el uso de sus propias monedas en transacciones bilaterales y regionales. En este sentido, las advertencias de Trump acerca de tarifas extremadamente altas podrían interpretarse como una provocación que impulse a estos países a buscar soluciones viables para monetizar sus intercambios sin depender del dólar. La situación se complica aún más por la creciente presión de los aliados de Estados Unidos que han sufrido las consecuencias de las sanciones económicas impuestas por Washington, que a menudo se traduce en el uso más limitado del dólar en sus economías.

El economista Nouriel Roubini ha expresado que la estrategia de Trump podría acelerar la desdolarización del sistema financiero mundial. Según él, si los países BRICS se sienten amenazados y deciden implementar un sistema de comercio basado en una nueva moneda común o en el uso de otras divisas, el dólar podría perder una parte significativa de su atractivo. De hecho, en el ámbito de las criptomonedas, se están explorando iniciativas que buscan crear un sistema financiero paralelo que podría desafiar la autoridad del dólar.

Históricamente, el dominio de una moneda en el comercio internacional ha sido un factor clave para la influencia geopolítica. La libra esterlina fue la moneda dominante antes del ascenso del dólar. Si bien es prematuro concluir que una fase de desdolarización está en curso, es evidente que la estrategia de Trump podría resultar contraproducente.

La declaración de tarifas exorbitantes no solo afecta a las relaciones comerciales, sino que también tiene repercusiones a largo plazo en la confianza de otros países hacia la economía estadounidense. En un mundo cada vez más interconectado y tecnológicamente avanzado, la sustentabilidad del dólar no se puede dar por sentada. En este sentido, la amenaza de una moneda imaginaria que desafíe el estatus del dólar podría salir mal no solo para la economía estadounidense, sino también para su posición en el orden mundial.

A medida que se intensifican las tensiones entre naciones, es probable que la búsqueda de un sistema monetario más justo y equitativo gane impulso, lo que podría redefinir las dinámicas de poder en el escenario global. La historia nos enseña que las épocas de cambio a menudo traen consigo grandes desafíos, y el futuro del dólar podría estar en una encrucijada si no se gestionan adecuadamente las relaciones internacionales.